¿Te imaginas tener un jardín que se transforme como por arte de magia? Algunas flores tienen la asombrosa capacidad de cambiar de color con el paso de las horas, los días o incluso según el clima. Esta peculiaridad no solo es fascinante, sino que añade dinamismo y encanto natural a cualquier espacio verde.

¿Por qué cambian de color?
Este fenómeno se debe a cambios en el pH del suelo, la temperatura, la exposición a la luz solar o la maduración natural de los pétalos. En muchos casos, es una estrategia evolutiva para atraer distintos tipos de polinizadores en diferentes fases.

Flores que cambian de color que puedes cultivar:

Lantana camara: Comienza con tonos amarillos y se transforma en naranja o fucsia. Ideal para climas cálidos.

Hortensia: Sus tonos van del rosa al azul dependiendo del pH del suelo.

Rosa ‘Mutabilis’: Una rosa antigua que florece en tonos melocotón y termina en fucsia oscuro.

Brunfelsia (Yesterday, Today and Tomorrow): Flor morada intensa al inicio, que pasa a lila y luego a blanca.

Tulbaghia violacea: Aunque no cambia tan drásticamente, su floración va mutando de tonos suaves a más intensos.

Consejos para su cuidado:

Asegúrate de tener un suelo bien drenado.

Controla el pH si quieres influir en el color (especialmente con hortensias).

Ubica las plantas en zonas con buena exposición al sol.

Añade materia orgánica para favorecer la floración.

Tener flores que cambian de color en tu jardín es una forma sencilla de sorprender y crear un paisaje cambiante que evoluciona con el paso de los días. Una auténtica maravilla de la naturaleza, ¡al alcance de tu maceta!